23.4.07

Silencio y Jardín

Me enseñaste que el silencio esconde palabras encerradas que buscan la manera por la cual derramarse al mundo. Es por eso que siempre admiré la sabiduría de tu presencia que aprendió la pertinencia para el silencio. Hoy, sin embargo, tu silencio se me está haciendo demasiado y apenas unas palabras descansan sobre la mesa. Se me están haciendo evidentes tus miserias y tu inoportunismo de pensamientos. Se me está quebrando el ritmo y se me están aguando los colores de lo que fue sentirte en algún abrazo, en silencio. Veo que estamos sentados en la misma mesa pero ya no siento que estemos compartiendo el mantel. Qué lástima que ya no sienta casualidad (podés invertir la pareja consonante-vocal si querés...) el haberte encontrado esta tarde de verano. Se me están igualando los extremos y estás dejando de ser las mil caras del universo. Se está pudriendo la madera de esta mesa y está empezando a arder mi belleza. Palabras, palabras... O ausencia de palabras para esta tarde devenida en madrugada que vamos a olvidar al despertar por la mañana. Yo sé que en este jardín no van a dejar de crecer las hojas ni las flores. Van a renacer con otro color. También sé que nuestro tiempo ya no va a ser el que aparece colgado en el jardín como relojes de Dalí. Es mi sentimentalismo orgulloso el que me hace llevar por el viento, ya no por tu canto de sirenas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Malu, termino de leer esto y no puedo evitar quedarme en silencio. Pero no con ese mismo silencio que describís, sino con otros que busca descifrar lo que entiende y siente.

Anónimo dijo...

¨...empieza a arder mi belleza...´




ya lo creo amiga

Anónimo dijo...

libertad. aqui la investigadora ha encontrado el camino.puede volver sobre sus pasos, pero puede elegir no volver.aqui la belleza de la investigadora transmite energia,verdad,misterio.este jardin es hermoso.
un oso blanco dixit.