18.9.09

Remitente por favor

"Dolor anda, ya no quiero verte conmigo."

Te ubico un poco: esto es una ficción. Un salto de la realidad. Esta es la carta que tendría que ser, no para vos, sino para otro; que no es ni mejor ni peor, pero es otro. Esta carta tendría que haber sido escrita antes de que el tiempo avanzara y con un destinatario diferente al que es hoy. No te confundas, no te desmerezco, sólo me anduve preguntando “y qué tal si...”. Te escribo igual.
Lo que pasa es que ando medio alterada y no encuentro mejor manera de divagar que pensar en hipotéticas cuestiones con vos de las que, después, no me puedo olvidar y me obsesionan. Por ejemplo: ¿cuál es el mejor modo de hablar con vos? O ¿por qué me molesta cómo parpadeas a destiempo? Como si el ojo derecho le ganase siempre al izquierdo.
En fin... Esos “if” a los que todavía no sé si tengo que darles bola. Mi problema es que tengo buena memoria (mentirosa, pero buena), por lo que imagino aún más cosas con vos, lo que me altera áun más... y así. ¿Ves el círculo en todo esto?
¿Por qué te cuento de las cosas que pienso cada vez que me pregunto cuál es el mejor modo de hablar con vos? Supongo que en parte es por mi respeto hacia algo que es muy particular tuyo: Vos, en un lugar donde la fricción resulta lo corriente, donde la gente gusta de lo carnal como si fuera un helado de chocolate... Vos buscas el afecto. La pregunta es si tu soledad resulte tan trágica como para que termines buscando compañera.
Imagino cómo te cagas de risa al leer estas palabras y no puedo más que reírme con vos. Si total, esta carta no es para vos. Me doy cuenta de que soy un ser emocionalmente inmaduro, incapaz de responder al otro. Así que disculpá si hablé demasiado. No quiero incomodarte pero es que me encanta escribirle cartas a desconocidos. Y vos en mi tiempo y espacio, sos un desconocido.
También que hace demasiado que no duermo ni que salgo de casa, culpemos a esos factores. A eso y a que extraño verte como solía hacerlo. Ah, y a que además estoy algo estúpida.