18.4.07

Desde

Una frase desproporcionada de interminables extensiones: uno se demora en la entrega y el otro se detiene en la génesis de sus razones. Uno es el revés de la parálisis mientras el otro se refugia en el grito invisible. Esos dos seres angustiados son la contradicción, lo irrefutable. Ambos atrapados en la escasez del espacio de la boca. Atrapados, amontonados en un gesto incompleto, uno por su acción el otro por su quietismo. Habitan ahí, tan en sombras que uno apela a la estrategia de la expresión mientras el otro se acomoda en su abstracto mundo de ausencias. Desde la incomprensión, el idealismo que raya el misticismo de la independencia y del entusiasmo. Desde afuera, quietud. Desde adentro, un caos en derecha y frenesí en la izquierda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

compartir un cafe es solo para valientes.una taza de cafe no deja de ser un espejo negro que uno se bebe de a poco,hasta que solo queda el reflejado.sabemos que compartir un cafe es beber de un mismo abismo.este comentario surge de un oso blanco.saludos.

Maximiliano dijo...

CyC: Particulas de polvo en el aire. Tan presentes y tan ausentes. Tan vivas y tan indiferentes. Tan oscuras y tan incandescentes. Y en el medio el aire. Y en un resquicio uno y otro.