20.4.07

Infancia

Me acuerdo de situaciones pero tengo pocos recuerdos. Tal vez es que me acostumbraron a creer que el ser humano va por la vida sin pensar el objetivo que tiene su existencia al estar vivo. O que siempre viví en una especie de estado transicional y nunca gocé de la inocencia ni de la magia. O tal vez es nada: ni una lágrima inadaptada, ni siquiera portarse mal. Lo único que existió en mí fue una sensación de eterno esperar. Eso: básicamente soportar.
Después de verte entré en alguna lógica de personajes diferentes, perfumados de colores en un mundo paralelo. Y si bien hoy puedo empezar a respirar el aire puro, en mi otro alrededor reina la locura. Algún ingenuo creerá que miento mis extremos. Para esa mirada, no hay nada más lejos. No importa. Todavía no me canso de descubrir por primera vez. Me descubro en tu nombre. Me descubro sensible. Me descubro. Y desde entonces no dejo de llorar y llorar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

y quiero que me sigas contando en alguna tarde de lluvia.-

Maximiliano dijo...

CyC: Descubrirse y sentirse. ¿Por que nos da ganas de llorar?