25.5.07

Deviantart Lulilu**





¡Es Lucila! ¡Y en fichas! (También viene en colores...) http://lulilu.deviantart.com/

23.5.07

Espacios

Te sentás esperando encontrarte perdido en alguna de las frases que ahora escupo. Te lees, te encontrás y sonreís. Lees y lees hasta que mis letras te absorben, te chupan y te consumen. Te meto en una avalancha de emociones en donde te mareo hasta matarte, hasta hacerte llegar a tu fin, o a lo que creías que era mi fin, que no está formado, porque conmigo nunca está formado sino cortado. Lees mi soberbia, circunferencia rellena, que no te hace falta, pero la necesitás. Mientras yo avanzo sumergiéndote en un río de letras que fluyen lentamente dentro de mío, te encontrás, me interiorizás. Y así alcanzamos el éxito de nuestra caricia más perfecta porque me pensás. Éxtasis, emociones, risas, imágenes con vida. Me pensás, extasiándote ante el dolor y me convierto en todo, tu amor y tu odio.

17.5.07

Elisa

Y esa fue la primera visita que realizó Elisa a aquel lugar más allá de los puentes, donde toda su utopía se fundió en una sonrisa. Elisa sabía atrapar momentos. Todos podían perderse en la mirada de Elisa, que hacía brillar cada centímetro tocado por su aura. Y si bien en esa estación de tren en donde estaba Elisa, la boletería agonizaba en pedazos de madera y los asientos apenas podían sostenerse en pie, ella se anclaba en el andén mostrando íntegramente su desnudez. Tan sola, Elisa. Y mientras ella miraba el el viejo reloj oxidado que marcaba apenas el sol de las cinco, su sonrisa emulaban una mueca de amargura. Nostálgica, Elisa. Así Elisa se dirigió hacia la vía del tren en donde dejó un ramo de margaritas. Quien pudiera soñar... Soñarla despierto con toda su alma. Incomprendida Elisa, ¿ves aquel árbol? A su alrededor brotaba la vida, brotaban las flores entre los raíles abandonados mientras el viejo reloj se dejaba acariciar por el viento. Elisa. Entre su nombre y la estación se extendía el olor a lavanda. Todos supieron perderse en su mirada, pero nadie probó el sabor de su dolor incierto. Elisa sonrió, se hizo utopía. Nadie entendió que esa muerte fue vida.

16.5.07

Y si...

Si sonrío siempre, nadie sabe por qué ¿Y por qué no? Si mis ojos están siempre abiertos, siempre atentos, atrapando lo atrapable y lo escapable.
¿Y si odio que te juntes con quienes aplauden tu ego? ¿Por qué no? Si sos como esos que se acomodan en la reiteración espesa de lo cotidiano.
¿Y si encima no me escuchas cuando te digo que esta realidad sólo puede ser quebrada por un esfuerzo de la imaginación o la sensibilidad, incluso de la sensualidad? ¿Para qué? Si en todo este tiempo, tu viento es de ningún color.
¿Y si me doy cuenta de que tu viento trata de jugar conmigo? Entonces el odio se me escapa por los pies.
¿Y si odio que esperes que algo cambie solo para que todo quede como estaba? Será que a cambio de la sal, recibís tan solo palabras y lágrimas.
¿Y si no te arriesgas a verme porque sabes que soy tu forma más completa? Sé que es porque preferís a que todo siga en orden, porque ahí los personajes no cambian. Tus personajes no cambian.
¿Y si siento un un aleteo fuerte adentro, un agite? "No lo reprimas, que lata siempre." Tal vez...
¿Y si me enamoro del mar que sigue moviéndose? Será que en algún momento quebré, lloré, sufrí, pero disfruté.
¿Y si dentro de esta máquina, yo corrí a modo desenfrenado? Entonces es que en todo esto se deshizo un nudo, pero no se rompe la cuerda.

12.5.07

Ella

Ella, de pelo color ladrillo tierra. De ojos grandes color nuez. Ella, que en su concepción no puede abstraer el bien del mal. Ella es buena, porque nunca le hizo mal a nadie. Ella siempre se mostró humana en su ambiente inhumano. Ella es buena porque el sol y las flores revelan su propia naturaleza soleada y florida. Ella es buena porque es joven, está llena de esperanzas. Pero para ella la situación no es buena porque le impone tormentos y no tiene alegrías. Y así y todo ella mide su situación con su propia individualidad, con su ser natural y no con el ideal del bien.

10.5.07

La flor del cerezo

¿De qué te reís, idiota? (Gritó con tanta rabia que parecía que sus ojos se iban a salir)
¿De verme mirando todo el día el agua filtrándose por la humedad de la pared que da al jardín de los cerezos?
¿Y qué? Un ladrillo menos, un espacio por donde se cuela la luz de la mañana, generadora de energía vital, tan vital como el sol sobre los malditos cerezos. Moras y frambuesas para el almuerzo.
Brotan capullos.
Ramas de flores blancas.
Rojos sus frutos.
Y sin mucho esfuerzo, la flor blanca del cerezo, se fue dejando llevar por el viento de abril.

6.5.07

Pintura en Acuarela

Un dibujo en acuarela muestra en primer plano a una pareja decolorada. Cuerpo y cuerpo están sentados en paralelo contra una pared vieja. Sobre la izquierda, un hombre. A la derecha, una mujer. En el medio, la tensión de dos miradas que no pueden moverse para encontrarse. La electricidad corre bajo la tinta del acuarela y el hombre sentado sobre la izquierda se ve obligado a esconder su aire vacío, atascado en su realidad monótona. En cambio, sobre la esquina inferior derecha, la mano contraída de la mujer apresada se asoma inerte ante el movimiento de la vida fuera del margen. Los dos están presos en un mismo tiempo paralelo, consecuencia del sentir de la mentira y la verdad ajena.
Desde afuera, esta pintura sobre la mesa solo enseña la perfección de dos rostros cautivos compartiendo un mismo momento, dos personas componiendo un simétrico encuadre. Y así el inexperto se relame ante esta composición artística muerta. Para los ojos que ven desde afuera es simplemente una historia de desconocidos, donde se observa detenidamente un mundo contenido en colores. Esta es tu visión, la de un ojo falso.
Pero desde adentro, el hombre y la mujer se buscan en su historia secreta de pensamientos, cruzados entre pinceladas que conectan lo inalcanzable. En la pintura, el hombre y la mujer están en movimiento, pero su búsqueda se ve contraída por la obligación de ceñirse a reglas ajenas. Desde afuera es quietud. Desde adentro es un caos en derecha y es frenesí en la izquierda. Con el paso del tiempo, hombre y mujer beben de su mortal abismo exorbitante, y a ellos sólo les queda mantener sus ojos en protesta.

4.5.07

Tras (II)

Cuando me enteré, me asusté y por eso busqué alguna puerta abierta y el silencio. Pero moverse fue dar un paso que duele, porque arranca. Y como buscando encontré de nuevo los ojos que fingen destinos, opté de nuevo por apagar todas las luces y cerrar los ojos a tanto ruido. Despacio... En silencio... Fui entrando en trance y pude dormir para irme a ningún lugar.
Esta vez, fui reina a orillas del mar y me perdí en algún lado en donde fui niña salida de la espuma. Sola, parada sobre la resaca del mar, me encontré jugando con la arena. Perdida en mi abstracción, fui reina con brillos en el pelo, me deshice en ese arco iris de espuma y di mi mundo por tener un caracol de mar que me hiciera recordar que allá no es igual.
Sola, con los pies húmedos, los dedos llenos de sal, sentada en la orilla, sentí. Y en este nuevo no-tiempo alterno con olor a mar, mi cuerpo -otra vez desnudo- se hundió en la tibieza del agua calentada por el sol. Así, revelé una vez más mi origen: la piel en forma de máscara, de oráculo, de espejo. Así, me acerqué un poco más al sol.

1.5.07

Tras

Cuando todas las luces se apagan, cierro los ojos esperando que los ruidos de alguna canción me lleven a ningún lugar. Dejo de contar estrellas en el cielo para tejer silencios que cantan como el mar. Me desvisto y voy quitando sombras perfumadas que adornan tu sitio.
Es a la noche cuando cierro mis ojos a lo que más odio y abro espacio a mi tranquilidad. Dejo caer la luz para dormir sin saber nada en mis sueños. Tengo el cuerpo desnudo, quiero llegar al sol. Pero la noche se desnuda para nadie.
Esta noche no quiero tener miedo de sombras que conozco, quiero dejar atrás mi dualidad, esas imágenes sin censura de lo mas violable de las mentes, mi odio, los golpes hacia cuerpos desnudos, las falsas sonrisas que me muerden cada día, la sangre que hace morir a estallidos, las almas mutiladas por enfermedades, las mariposas, el hoy...