10.5.07

La flor del cerezo

¿De qué te reís, idiota? (Gritó con tanta rabia que parecía que sus ojos se iban a salir)
¿De verme mirando todo el día el agua filtrándose por la humedad de la pared que da al jardín de los cerezos?
¿Y qué? Un ladrillo menos, un espacio por donde se cuela la luz de la mañana, generadora de energía vital, tan vital como el sol sobre los malditos cerezos. Moras y frambuesas para el almuerzo.
Brotan capullos.
Ramas de flores blancas.
Rojos sus frutos.
Y sin mucho esfuerzo, la flor blanca del cerezo, se fue dejando llevar por el viento de abril.

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