2.6.07

Subconsciente

Gritos ahogados. Realmente se ve el terror en su cara y en la expresión de sus manos: niña apaleada, desesperada, angustiada que actúa como la denuncia directa del maltrato, su maltrato. El tuyo también. Sus ojos dejan ver su ansiedad hecha miedo cada vez que se levanta de la cama en la mitad de la noche con una presión en el pecho, envuelta en un suspiro inacabable mientras la transpiración le baja de la frente y recorre su cara hasta morirse entre las sábanas. La primera no detiene al montón de lágrimas presas de sensaciones vividas en un mundo subconsciente, su mundo onírico, ese que la ha llevado a confusiones.
Y así se ve, no se siente, cómo su cara se contrae en el medio de una nube cargada de cristales de hielo. Se ve cómo sus lágrimas le queman la piel cada vez que salen de adentro hacia afuera, entre cada suspiro ahogado, como la manifestación de sus sentimientos que no responden a las posibilidades del presente.
Y si verla llorando te da la satisfacción más palpable, el grito de la victoria... Y si verla llorando te hace abrazarla para contenerla (con - tenerla una vez más)... Y si esto te hace creer que tenés el poder de neutralizar su energía, alejarla del llanto... Y si ella se ahoga más en su creencia de que sos útil para la relajación del cuerpo, y para el tratamiento de su ansiedad... Entonces sos sólo su envenenamiento de la sangre.
Ya no la salvas de los colores de la noche que van cobrando vida hasta someterla en un montón de inmundicias pensadas por una mente viciada de nostalgias. Ya no sos quien evita que la presión de los cristales se le deshagan en astillas que la raspan hasta hacerla desangrar.
Mientras, ella se hunde en la morbosidad de ese sentimiento y espera cíclicamente a que ocurra de nuevo. Como vos, su dolor, su morbo compartido, huele cómo su ansiedad se le hace miedo. Y es en esas ocasiones en las cuales el color ya no es tan uniforme, cuando puede ver cuánto de más estás en esta escena.
Ya no. Ya no me abraces más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sabrás entender.
identificarse, tal vez.
hundirse en tu abrazo, tal vez.
querer renacer, tal vez.
pero no me niegues.
no me alejes.-

Maximiliano dijo...

CyC: Que final...! Cuando la certidumbre se convierte en incertidumbre. Veo al sueño como el punto medio entre la ansiedad y el miedo, entre el todavia te quiero y el rechazo. La ultima frase duele mucho. Si no fuera por el "ya" y por el "más", se me convertiría en nudo la garganta. Muy bueno.